EL PAÍS DE FEDERICO
Era el país de alfeñique, gobernado por un alférez de caballo blanco con dos alforjas a sus costados, en las que guardaba su alfil mágico y sus alhajas más preciadas. Pero él era tan, pero tan alcahuete que no se dio cuenta de que se venía el aluvión y lo sorprendió.
Después de lo ocurrido se dirigió a la alberca a limpiarse todo el barro para que se dirija al río y así poder ir a su casa.
De camino se encontró con una alondra que se posó sobre un árbol cantando, para alimentar a sus crías.
Tocando la aldaba de su casa, ya que había perdido las llaves, su mujer, enfurecida, decidió abrirle diciéndole:
- ¡Cómo vas a perder las llaves, Federico!
- Bueno Julia - respondió el alférez- quiero descansar.
Melanie y Agustín